LA ASEXUALIDAD
Desde luego, ello conlleva a analizar su alcance y lo que está representando en una época en donde el Kali Yuga se manifiesta con mucha libertad sexual. La Asexualidad invita a evaluar su aparición e identificación de muchas personas, a fin de determinar que es lo que representa el sexo, más en nosotros que estamos de alguna manera integrados al sexo, no solo para satisfacer deseos, sino para garantizar el nacimiento de la nueva generación en base de relaciones que se dan por afinidad, amor, convivencia que demanda de relaciones sexuales.
Los asexuales son personas normales que no sienten deseo por el placer sexual; no sienten atracción sexual hacia ninguna persona que les rodea y no encajan dentro de ninguna orientación sexual definida porque no es habitual que suelan enamorarse o tengan pareja.
Se sienten a gusto en soledad y aislándose de la gente; sin embargo se muestran socialmente muy activos y cultivan un gran grupo de amigos que sepan comprenderles y apoyarles. Los asexuales tienden a crear un lazo afectivo hacia su pareja (si la tienen), aunque éste no implique el sexo de por medio. Algunos asexuales incluso se involucran sentimentalmente con otras personas, pese a que la barrera de amistad y relación no queda definida muy claramente y puede resultar ambigua
¿Que representa la sexualidad realmente en esta época? ¿ Por qué se ha manifestado abiertamente? ¿Qué hace que las personas identificadas con ella no les interese el sexo?
Sobre este tema aporta David Jay, fundador de Aven, la asociación que sostiene la página www.asexuality.org, asegura que la asexualidad no tiene nada que ver con el celibato. No hay renuncia a enamorarse de otra persona ni a tener relaciones sexuales con ella. La cuestión es que no se trata de un asunto prioritario. Según la revista The New Scientist, esta clase de personas a veces tiene relaciones sexuales sin desearlas verdaderamente.
Un asexual es alguien que no experimenta la atracción sexual. El asexual tiene las mismas necesidades emocionales que cualquier persona pero se diferencian en el modo de satisfacer esas necesidades. Gran parte de los asexuales experimentan la atracción sexual, pero no sienten ninguna necesidad de exteriorizar esa atracción sexual. Algo así como lo de cómo si hay que comer pero no tengo hambre. En su lugar sienten necesidad de familiarizarse con alguien pero al margen del sexo.
Este fenómeno social ha chocado frontalmente con unos nuevos hábitos de conducta en los que el sexo forma parte de la relación ocasional. Mientras que unos empiezan por el sexo y luego piensan en conocerse, los asexuales apuestan por conocerse y dejar el sexo en último lugar o incluso renunciar al mismo.
Ante este fenómeno social ya se ha iniciado un interesante debate social: ¿no será la asexualidad una reacción contra una sociedad que recurre al sexo en exceso, incluso para vender unos cigarrillos, un coche o una crema de sol?.
Mientras que un experto denuncia el exceso de sexualidad en los medios de información, otros inciden en que a pesar de una supuesta libertad sexual se mantienen una serie de tabúes ancestrales que impiden tratar del sexo con normalidad, por lo que la publicidad utiliza esos temores para sacar a la palestra aquello de lo que todo el mundo quiere hablar, por lo que todo el mundo se puede sentir atraído, pero de lo que no se puede tratar abiertamente por temor a una represión moral o social.
Como sucede siempre, mientras que los expertos se debaten en lo curioso del fenómeno y lo tratan como una cuestión minoritaria, empiezan a aparecer agencias matrimoniales que encuentran suficientes clientes como para generar un nuevo negocio “matrimonios sin sexo”. Incluso se empieza a escuchar una afirmación que asombra en el mundo post-viagra: “el sexo es cosa de treintaañeros”.
El nuevo debate es saber si los asexuales siempre lo han sido así o son personas saturadas de sexo. El péndulo de la historia va y viene, de un exceso al otro, pasando de largo por la normalidad afectiva. Ni tanto, ni tan poco.
Wikipedia agrega, que Pese a que muchas personas no se sienten atraídas por nadie, poca gente se considera asexual; porque no es una orientación reconocida. Se calcula que entre el 1 y el 3% de la población total del planeta es asexual. Habitualmente son tratados como enfermos, locos o incluso que usan esa condición para encubrir su presunta homosexualidad. Pese a que existen tratamientos médicos para aumentar el apetito sexual, muchos asexuales rehúyen seguirlo al no considerarlo un problema ni físico ni psicológico.
Hay un gran desacuerdo acerca de si la asexualidad es una orientación sexual legítima. Hay quien argumenta que más bien sería una forma de deseo sexual inhibido. También se han sugerido otras causas entre las que se incluyen abusos sexuales en el pasado, represión sexual (ya sea ésta homosexual, bisexual o heterosexual), problemas hormonales, sublimación o no haber conocido a la persona adecuada.
Sin embargo muchos de los que se autodefinen como asexuales niegan que tales diagnósticos puedan aplicarse a ellos; otros argumentan que ya que su asexualidad no les produce ninguna angustia no debería ser vista como una enfermedad o un desorden emocional. Otro razonamiento es el de que en el pasado se dijeron cosas parecidas sobre la homosexualidad o la bisexualidad, que hoy día son consideradas orientaciones sexuales legítimas. Debido a la escasa investigación que existe sobre el tema, hay poca evidencia que incline la balanza a favor de uno u otro punto de vista.
Se nos agrega que hay diferencias entre la gente que se define como asexual, principalmente referidas a la presencia o ausencia de apetito sexual o atracción romántica. Algunos sólo experimentan una de las dos, otros las dos y otros ninguna. Hay desacuerdo con respecto a cuál de estas configuraciones puede ser descrita genuinamente como asexual. Mientras que algunos creen que las cuatro pueden ser calificadas así, otros creen que para ser asexual se debe carecer de apetito sexual, atracción romántica o ambas.
El apetito sexual de estos asexuales no está dirigido hacia nada, sino que es un impulso de estimulación o descarga sexual; la excepción a lo anterior está en los fetichistas que orientan su deseo sexual hacia un fetiche más que hacia una persona, sin embargo este grupo de gente no se considera generalmente como asexual (aunque técnicamente puedan serlo) En cualquier caso el nivel del impulso sexual puede oscilar de débil a intenso o de escasa frecuencia. Algunos asexuales pueden experimentar sensaciones sexuales, pero no tener deseo de actuar sobre ellas, mientras que otros intentan conseguir la descarga sexual mediante el acto sexual.
Respecto de los asexuales que experimentan atracción romántica, ésta puede ser dirigida hacia uno o ambos géneros. Estos asexuales desean generalmente relaciones románticas (que pueden ir de vínculos informales al matrimonio) con su género o géneros preferidos, pero a menudo desearían que dichas relaciones no incluyeran actividad sexual. Según su orientación romántica algunos asexuales se definen a sí mismos como heterosexuales, homosexuales o bisexuales, esto está relacionado con el concepto de orientación afectiva.
Estos asexuales que desean relaciones románticas se encuentran en una postura difícil, ya que la mayoría de la gente no es asexual. Aunque estos asexuales sean capaces de tolerar el tener relaciones sexuales con sus compañeros no asexuales, estos pueden sentirse psicológicamente afectados al ver que son incapaces de resultarle atractivo a su pareja, haciendo difícil la existencia de un romance a largo plazo. Respecto de los asexuales que no pueden tolerar el sexo tendrán que elegir entre: llegar a un compromiso con su pareja para tener cierta cantidad de sexo de todos modos, permitir a su pareja tener relaciones sexuales con otras personas, encontrar a alguien que esté dispuesto a tener una relación sin sexo, comprometerse sólo con otros asexuales o bien permanecer solos
Wikipedia nos proporciona una lista de asexuales famosos: Hay grandes evidencias circunstanciales acerca de que la gente de la siguiente lista son o eran asexuales. Sin embargo, conviene notar que sobre muchos de ellos también se ha especulado que pudieran ser homosexuales o bisexuales.Isaac Newton ,J. M. Barrie, George Washington Carver Henry Cavendish (quizá padeciera autismo o una forma extrema de fobia social Frédéric Chopin ,Paul Erdős, Glenn Gould, Adolf Hitler, Franz Kafka, Immanuel Kant, Christopher McCandless ,John Ruskin ,Erik Satie, George Bernard Shaw)
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