Lo que mucha gente no sabe sobre mi es que durante mis 11 años de entrenamiento personal, me convertí un poco en especialista de la espalda. En realidad no elegí esta especialidad a propósito, simplemente se dio "por accidente". Verás, mis clientes venían con la intención de perder peso y mejorar su condición física, pero de alguna manera también resolvían sus problemas de espalda en el proceso.
¿Fue el ejercicio? ¿El estiramiento? ¿Su nueva noción de salud y bienestar? Quizás, pero yo diría que su cambio de dieta tuvo más que ver con eso que cualquiera de los otros factores combinados.
Vaya, eso suena un poco aventurado, ¿no es así?
Bueno, escúchame...
Actualmente los profesionales médicos están comenzando a percibir la correlación directa entre la inflamación interna crónica en el cuerpo y condiciones como la artritis, dolor de
espalda y fibromialgia. La inflamación interna es muy parecida a la inflamación externa pero como no la puedes ver no nos resulta tan obvia.
Cuando te tuerces un tobillo, la respuesta natural de tu cuerpo es enviar una señal de dolor (de esta manera dejarás de moverte y no te causarás más daño), y también provocará inflamación en el área lesionada (repito, de esta manera te quedarás acostado en el sillón y descansarás).
Eso también dirigirá sangre fresca, anticuerpos y células vitales al área para ayudar al proceso de sanación. Todo esto suena muy bien, pero cuando tu cuerpo crea inflamación y señales de dolor en tu espalda baja, algunas veces debilitándote todo el día, deja de serlo. Ya te ha pasado, ¿verdad?
Mucha gente se me queda viendo como si estuviera loca cuando le digo que eliminando los "alimentos inflamatorios" de sus planes de alimentación, mucho de su dolor desaparecerá.
Especialmente los médicos que están tan acostumbrados a prescribir cirugías o medicinas para el dolor para aliviar las espaldas enfermas. Sin embargo, lo he presenciado una y otra vez. La gente elimina los alimentos inflamatorios como el trigo, lácteos y azúcar, y como por arte de magia…
El color de espalda desaparece en unas cuantas semanas.
Inténtalo y verás que tengo razón.
¡Que tengas un excelente día libre de dolor!
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