De hecho, si queremos lograr obtener los beneficios del ejercicio, tenemos que ejercitarnos de manera regular y consistente: un poco de ejercicio hoy y otro poco dentro de 17 días no genera un impacto benéfico en el estado de salud de nuestro cuerpo. Es por esto que debemos pensar en algo más que la necesidad de "hacer ejercicio", y esto es hacer ejercicio a diario, siempre.
Dicho lo anterior, y suponiendo que ya has ido a consultar con un médico especialista o con un entrenador experimentado y, por lo tanto, tienes ya un programa de ejercicio específico para ti, voy a darte 3 simples consejos que te serán útiles en esta nueva aventura que comienzas:
Que el ejercicio sea lo primero que hagas en el día. Tratar de incorporar un nuevo hábito en nuestras vidas se facilita si lo comenzamos a hacer en el momento adecuado; y para el ejercicio no hay mejor momento que al comenzar el día. Además que vamos a disfrutar de todos los beneficios inmediatos del ejercicio durante todo el día, después de despertar es cuando mayor ímpetu tenemos para iniciar una actividad novedosa. Si piensas que no tienes tiempo, róbale unos minutos al sueño y despierta antes de la hora habitual; pronto verás que el tiempo comienza a rendirte mejor.
Busca un lugar divertido, interesante o bonito para hacer ejercicio. La resistencia inicial, natural en cualquier cambio de hábito, es más fácilmente superada si la nueva actividad (en este caso el ejercicio) la hacemos en algún lugar que sea mentalmente estimulante. Esto también lo puedes lograr consiguiendo a alguien que te acompañe en esta aventura; alguien con quien puedas tener conversaciones agradables mientras caminan. Si haces ejercicio en casa, deja bien claro que mientras te ejercitas no puedes atender al teléfono ni a las visitas.
Haz del ejercicio tu prioridad. No des espacio a pretextos para interrumpir tu rutina. Deberemos tener en cuenta que durante el embarazo debes realizar específicamente ejercicios para embarazadas.
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