Tocarla en el momento y en el lugar adecuados puede hacer mucho y bien por tu vida sexual. Bueno, y por la suya. Sácale partido a tus superpoderes y haz que el mercurio del termómetro salte por los aires.
Tocarla en el momento y en el lugar adecuados puede hacer mucho y bien por tu vida sexual. Bueno, y por la suya. Sácale partido a tus superpoderes y haz que el mercurio del termómetro salte por los aires.
Mejillas
Cuándo: Nada más llegar.Cómo: Aprovecha el saludo y dale un beso en cada mejilla
Por qué: Entre las personas del sexo opuesto, se considera que dar dos besos en la primera cita es la forma más positiva de comenzar un encuentro, según un estudio reciente de la Universidad de California (EE.UU.).
Parte superior del brazo
Cuándo: De camino al restaurante.Cómo: Para empezar, toma contacto cuanto antes con una actitud inofensiva e inocente. Enfócalo como una estrategia para tantear el terreno.
Por qué: Un estudio de la Universidad Missouri Western (EE.UU.) comprobó que sólo un pequeño roce con la mano en esta parte del cuerpo es suficiente como para que la otra persona se haga una buena impresión de quien la acaricia.
Hombros
Cuándo: Nada más llegar al restaurante.Cómo: Cuando se esté quitando el abrigo, échale una mano y tócale al menos un hombro con firmeza, pero mantén la conversación como si nada.
Por qué: Un estudio en la Universidad DePauw (EE.UU.) observó que los voluntarios que colaboraron en las pruebas eran capaces de transmitir amor tan sólo con tocar los hombros a un desconocido a quien previamente le habían vendado los ojos, con un índice de acierto del 78%.
Espalda
Cuándo: Antes de que ella se siente a la mesa.Cómo: La espalda de una mujer tiene una sensibilidad sexual increíble. Comienza por un roce furtivo con la palma de la mano, y a medida que avanza la noche, puedes ir jugueteando con los dedos mientras le das caricias en semicírculo.
Por qué: Al tratarse de una zona impersonal, es el lugar idóneo que puedes tocar si aún no tienes claro qué otro tipo de caricias serán tan bien recibidas.
Antebrazo
Cuándo: Al ver que ella se termina el primer plato.Cómo: Ya le está subiendo la temperatura, así que márcate como objetivo alcanzar la parte inferior del antebrazo que está próxima a la muñeca.
Por qué: Un estudio del Instituto Kinsey (EE.UU.) ratificó que la muñeca es una de las zonas más sensibles del cuerpo de la mujer.
Palma de la mano
Cuándo: Siempre que quieras hacerle reír.Cómo: Cuando cuentes algo gracioso aprovecha que estás gesticulando al hablar para tocarle la palma de la mano como por descuido. Si te devuelve la caricia, repite de vez en cuando este movimiento y prolóngalo gradualmente cada vez que hables de algo importante o sueltes una broma.
Por qué: Tanto las manos como la boca y la lengua de una mujer son las áreas que poseen la mayor representación sensorial en el cerebro (y son las más dadas a recibir un estímulo táctil).
Cintura
Cuándo: Mientras salís del restaurante.Cómo: No la aferres contra ti como si fueras un bailaor, sino que has de rodear su cintura con cierta firmeza, pero con suavidad. Sólo tienes que evitar el vientre, ya que a las mujeres les hace sentir incómodas que alguien les toque esa parte.
Por qué: Si ella percibe la proximidad de tu calor corporal, sentirá que se dispara el suyo. Un estudio de la Queen's University (Canadá) comprobó que cuando las mujeres tienen la sensación de estar protegidas, como cuando colocas tu brazo en su cintura, abren las puertas a esa señal sexual.
Manos
Cuándo: Cruzando la calle, para coger el taxi que os llevará al próximo local.Cómo: Abre la puerta para ayudarle a entrar y cógela de la mano.
Por qué: Un estudio de la Universidad de Illinois
(EE.UU.) comprobó que incluso entre maestros y alumnos, este contacto (en apariencia) espontáneo puede fortalecer los vínculos que los unen.
Rodilla
Cuándo: En el restaurante/cafetería/pub, a solas.Cómo: Es el momento decisivo: ahora o nunca. Acércate y roza suavemente la parte inferior de su rodilla o sube a la pantorrilla. Tanto estas zonas como las axilas están infravaloradas a pesar de que son extremadamente erógenas. Una cosa, no te lances a su axila en vuestra primera cita.
Por qué: Algunas partes de la piel a las que no se presta tanta atención son más sensibles al contacto porque no están expuestas a tantos estímulos. Se acerca la hora de coger otro taxi...
Dedos
Cuándo: En el taxi, mientras os relajáis.Cómo: Desliza los dedos sobre su mano hasta cubrir la palma, para posteriormente entrelazarlos con los suyos muy lentamente.
Por qué: Este gesto imita cómo vuestros cuerpos podrían conectar durante el coito. Es un gesto de protección e intimidad que permite que te acabe invitando a su casa a tomar la última...
No hay comentarios:
Publicar un comentario