1/3/11

La Doble Moral En La Sexualidad Femenina

Aun vivimos en una sociedad en la que se considera normal que los hombres deseen a muchas mujeres y más normal aún que la mujer desee a un solo hombre. Nuestras creencias sobre el hombre y la mujer pueden haber sido útiles en el pasado, pero hoy hacen más daño de lo que parecen ayudar.

Como sociedad debemos dejar de perpetuar el mito de que las mujeres somos naturalmente monógamas porque esta creencia errónea evita que la mujer se haga responsable cuando esta considerando ser infiel o cuando lo es. Desafortunadamente por prejuicios culturales y falta de información, las mujeres infieles culpan a sus maridos.

La mayoría de las creencias que tenemos sobre las mujeres fueron creadas y enseñadas para controlar la conducta sexual de la mujeres, tratando así de relajar la inseguridad sobre la paternidad en el hombre.

Cuando la mujer da a luz sabe que biológicamente ese bebé es suyo. Por otro lado el hombre, antes de que existieran las pruebas de ADN, tenía que confiar en la fidelidad de su pareja; razón por la cual existe una doble moral. Este doble moral ha dado lugar a que se crea que la mujer es naturalmente monógama. Hoy día no es necesario continuar enseñando esta creencia porque las pruebas de ADN permiten a los hombres tener la misma certeza sobre la paternidad que las mujeres.

Hoy, entre el 70 y 75% de los divorcios son iniciados por la mujer. Derivado de las falsas creencias, la mujer carece de información y conocimiento suficiente sobre sus propios impulsos sexuales; como resultado son mucho más propensas que el hombre a dejar su matrimonio a causa de sus atracciones sexuales y aventuras. Aun cuando la mujer pide el divorcio o separación alegando la necesidad de "encontrarse a si misma", con mucha frecuencia la verdadera razón es otro hombre. No es inusual que la mujer esté felizmente casada antes de su infidelidad; tampoco es inusual para los hombres divorciarse sin saber nunca que su mujer pidió el divorcio debido a su relación extra marital.

Durante muchos años la mujer, sabiéndolo o no ha estado desarrollando una actuación de balance – tratando de obtener igualdad de derechos con el hombre y al mismo tiempo mantener sus derechos especiales. Lo más interesante es que aún así la mayoría de las mujeres no son felices. Siguen pensando que el final del camino se siguen quedando cortas en comparación con los hombres. Las mujeres siguen sintiendo que no tienen igualdad de derechos y mucho menos derechos especiales. Por qué? Debido a la doble moral sexual que aún existe en nuestra cultura; pero irónicamente el derecho final de la mujer, el que le queda por exigir, es la raíz de la cual emana el problema.

De cualquier manera ya no es el hombre quien oprime a la mujer – es la mujer. Las mujeres no hemos decidido si queremos intercambiar nuestra "imagen" y todo el trato especial que eso nos da, por la libertad sexual "pública" que tiene el hombre. Como resultado, uno de los mayores problemas en las relaciones de hoy se debe a que cada vez es más difícil para la mujer mantener su "imagen" ahora que no depende de ella para sobrevivir.

Solo eliminando la doble moral sexual las mujeres podremos finalmente alcanzar la igualdad que tanto hemos peleado. Eso sí, al hacerlo tendremos que renunciar a uno de nuestros derechos especiales – no podremos seguir culpando a nuestros hombres por nuestras indiscreciones sexuales falta de auto-control.

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