30/1/11

El Equilibrio Ácido-Alcalino En La Alimentación



Todas las carnes son notables formadoras de tóxicos, pues entran en putrefaccìón en los intestinos inmediatamente después del consumo -si no se encuentran ya en estado parcialmente putrefacto antes de ser comidas- por no añadir, que dichos alimentos son asimismo grandes formadores de ácido.

Con la excepción general de las frutas maduras frescas, verduras y la leche, todos los alimentos tienden a producir una reacción ácida en los tejidos después de la digestión y asimilación, y este ácido que queda en los tejidos tiende a acumularse con los años. si la dieta global contiene una preponderancia de esos alimentos formadores de ácido ( como sucede con la carne. azúcar y pan blancos. budines. pastas. té fuerte, etc.) allanándole así el camino a la mayor parte de las enfermedades comunes de hoy dia.

Tales enfermedades no se deben a gérmenes, aunque éstos puedan jugar un papel inicial en su desarrolo en ciertos casos. Y con la comprensión de este hecho en el tratamiento de la curación natural, puede hacerse mucho para curar a los aquejados de enfermedades crónicasde todos los tipos. mediante el ayuno y medidas dietéticas que ayudan al cuerpo a desembarazarse de este estado super-ácido de los tejidos y a producir el equilibrio adecuado ácido-alcalino.

Muchos pacientes de enfermedades crónicas, a los que la ciencia medica había abandonado como incurables, han experimentado grandes mejorías, sólo con someterse a ayuno y/o dieta de frutas y verduras. pues de este modo la condición ácida de sus tejidos se vio rápidamente reducida, y ese estado de super-ácido era la verdadera causa de su mala salud crónica.

Con el tratamiento de la curación natural, la atención principal la recibe el exceso de acidez de los tejidos, pues es el principal agente causante en la producción de la enfermedad. Por tanto, se comprenderá que la eliminación de la carne y otros alimentos muy formadores de ácido, resulta esencial para que los resultados sean mejores y más rápidos.

Además, cuando se ha ingerido en mayor medida de lo que necesita el cuerpo, carne y otros alimentos de alta concentración proteínica, el exceso ha de ser descompuesto por el higado y eliminado por los riñones. Por tanto, una dieta carnívora alta en proteínas es una gran tensión sobre el hígado y riñones. contribuyendo así directamente a la enfermedad de estos órganos.

Puede decirse que el consumo excesivo de carnes es un incentivo para el desarrollo de la enfermedad en el sistema humano, por lo que tales alimentos deben mantenerse en un nivel muy bajo y combinarse con muchas frutas y verduras alcalinas, para que se mantenga el necesario equilibrio ácido-alcalino, con el que los tejidos serán limpios y saludables, condición ésta, sinónimo de salud.

Por lo que respecta a esa antigua idea de que, a menos que consumamos mucha carne, tendremos poca sangre y seremos anémicos. los hechos demuestran que es absolutamente falsa. Todos los alimentos proteínicos ayudan a producir sangre -en conjunción con los procesos metabólicos del cuerpo-_ y proteínas como las de los huevos, queso, frutos secos, leguminosas y leche pueden hacerlo de un modo más saludable que la carne. si se toman como parte de una dieta reformada, equilibrada según las líneas de la curación natural.

Si no se incluye en la dieta un porcentaje apropiado de proteínas valiosas que reemplacen a las de la carne, la consecuencia será anemia y falta de sangre.

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