Padecer enfermedades como diabetes y/o artritis no debe ser impedimento para ejercitarse. Hacer ejercicio tiene muchas ventajas para estos pacientes porque mejora la circulación de las extremidades, mantiene la movilidad de las articulaciones, y controla el peso. Pero también es necesario poner mucha atención a encontrar el calzado correcto. Para ello deben seguirse ciertas normas básicas, como evitar zapatos muy flojos, muy apretados o muy pequeños.
El paciente diabético, además, debe revisar sus pies todos los días, lavarlos con agua tibia y jabón suave, secarlos con suavidad, sobre todo entre los dedos, y si encuentra una lesión visitar de inmediato a un médico. También es importante humectarlos con crema de buena calidad, sin aplicarla entre los dedos. Las uñas pueden cortarse en línea recta, sin tocar los dedos, y lo ideal es hacerlo con una lima, y no con un cortauñas.
Lo mejor es evitar a toda costa andar descalzo, o en sandalias o con zapatos de punta y muy altos, así cómo adquirir su calzado por la tarde, cuando los pies están más hinchados.
Si usted está buscando zapatos para hacer ejercicio y es diabético fíjese que:
La parte anterior del zapato no sea muy punteada, para permitir la buena movilidad de los dedos.
El zapato sea lo suficientemente profundo (la plantilla sea removible) para poder colocar alguna plantilla ortopédica y dar espacio en caso de alguna deformidad del pie.
La suela sea de contacto total o semi-total para dar mayor estabilidad al caminar o correr.
No tenga costuras prominentes por dentro, para evitar lesiones de fricción.
Tenga buena ventilación para evitar la sudoración excesiva del pie.
Debe tener un contrafuerte (parte que recubre el talón) firme para dar estabilidad al tobillo y evitar los movimientos de pronación.
La firma NewBalance cuenta con zapatos que llenan estos requisitos, tanto para correr como para caminar. Pero este calzado debe usarse con calcetas o calcetines acolchonados sin costura para que no lastimen los pies.
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