16/8/10

Cuidado de las Uñas

Las uñas son la parte superior y final de los dedos de pies y manos que se desarrollan como tejido duro gracias a la presencia de una proteína llamada queratina, la cual crece a partir de la raíz. Aunque en su interior no existen terminaciones nerviosas, éstas abundan a su alrededor y aportan sensibilidad ante estímulos de presión, temperatura o golpes.


Ahora bien, es importante saber que las uñas están constituidas por diversas partes, las cuales incluyen:

Ungueal. Zona visible y dura.

Matriz. También denominada raíz, es la región responsable de su formación y crecimiento.

Lecho. Superficie de la piel sobre la cual descansan las uñas.

Repliegue supraungueal. Está constituido por un borde de piel llamado comúnmente cutícula, la cual funge como capa protectora al impedir la invasión de hongos y bacterias.

Media luna o lúnula. Se encuentra en el punto donde nace la uña, tiene forma semicircular y color blanco.

Ahora bien, independientemente de pertenecer al sexo femenino o masculino, es fundamental dedicar cuidados a las uñas de manos y pies para no tener apariencia descuidada y prevenir los siguientes trastornos:

Estrías. Se presentan a causa de algún daño en la raíz de las uñas, maltrato y envejecimiento.

Golpes. Heridas o golpes son causa de diversos trastornos, como alteración en el crecimiento de las uñas o hemorragia debajo de las mismas.

Infecciones bacterianas. Se adquieren a partir de heridas y exposición a agua contaminada; ocasionan enrojecimiento, inflamación, dolor y, en casos más graves, secreción de pus.

Onicofagia. Este acto consiste en morderse las uñas y constituye un signo de ansiedad, nerviosismo, estrés e incluso agotamiento; es relativamente común en niños y en muchos adultos.

Onicolosis. Con este término se describe la situación en donde la uña se desprende de su base, con lo cual se compromete su nutrición sanguínea; las causas de este problema incluyen infecciones por hongos y bacterias, alergias, golpes muy fuertes, alteraciones de la lúnula e, incluso, la aplicación excesiva de formaldehído, uno de los ingredientes que contienen ciertos productos endurecedores.

Onicomicosis. Infección ocasionada por hongos que se alimentan de la queratina, lo que da lugar a notable debilitamiento de las uñas; asimismo, estas estructuras se pueden tornar demasiado gruesas, astilladas y de color amarillo. Afecta con mayor frecuencia a los pies debido a que se encuentran la mayor parte del tiempo en ambiente cerrado y húmedo.

Onicosquizia. Desprendimiento por capas de las uñas generado por deshidratación de las láminas ungueales; paradójicamente, ésto ocurre al tener exposición frecuente al agua, por ejemplo, al lavarse repetidamente las manos.

Padrastros o uñeros. Fragmentos de piel, coloquialmente llamados "pellejitos", que se desprenden alrededor de la uña debido a lesiones, actividades manuales o pequeñas infecciones; la mayoría de las veces el afectado los arranca con los dedos o los muerde, acción que favorece infecciones.

Pie de atleta. Proceso infeccioso que se manifiesta en plantas de los pies y entre los dedos, (especialmente en el tercer y cuarto espacio); produce mal olor, comezón, ardor y grietas. Cuando el hongo afecta a las uñas con frecuencia inicia su diseminación en una de ellas (especialmente si se sufrió alguna herida o golpe), pero puede extenderse a todas las demás; esto ocasiona que luzcan gruesas, deformes y amarillentas.

Roturas. Este problema se asocia a mala alimentación o falta de minerales, como calcio y magnesio.

Uñas enterradas. Se presentan cuando el borde de las mismas crece y lastima los tejidos próximos a la piel que la rodea, siendo más notorio y doloroso en el dedo "gordo" del pie o primer ortejo; en ocasiones se infectan.

Uso de uñas postizas. Los nuevos materiales empleados en su fabricación las vuelven cómodas y seguras, sin embargo, se corre el riesgo de sufrir infecciones por hongos o descamación de las uñas debido a deficiente limpieza y al uso de adhesivos para fijarlas.

¿Qué hacer?

En primer lugar, es fundamental seguir dieta balanceada, pues la alimentación deficiente en nutrientes se reflejará en uñas frágiles y quebradizas. Asimismo, es necesario procurar diversos cuidados para que siempre se mantengan fuertes y atractivas, en cuanto a las de las manos se recomiendan los siguientes consejos:

•Lavar las uñas diariamente con ayuda de un cepillo con cerdas rígidas.

•Limarlas y cortarlas cuadradas o ligeramente ovaladas para evitar que se astillen; si se desea conservarlas largas sólo habrá que realizar la primera acción.

•Nunca cortar la cutícula, ya que esto les quita protección frente al ataque de gérmenes; solamente debe empujarse -previa aplicación de crema o líquido removedor de este tejido- de manera suave hacia atrás con ayuda de un palito de naranjo.

•Dar masaje con cremas humectantes haciendo énfasis en las puntas de los dedos; puede ecurrirse a productos que hidratan la piel y fortalecen las uñas.

•Evitar morderlas.

•Protegerse las manos con guantes cuando se realicen tareas en las que se utilice agua, limpiadores y detergentes.

•Aplicar crema después de lavarse las manos.

•Procurar no exponer las uñas a largos baños con agua muy caliente, ya que se deshidratan.

•Retirar el esmalte con quitaesmaltes que contengan sustancias emolientes, no con acetona.

•Si se acude a una estética es necesario verificar que el personal cuente con los conocimientos adecuados sobre manicure y que el material se encuentre esterilizado.

•Si se detecta alguna irregularidad o molestia en las uñas será conveniente consultar al dermatólogo

Ahora bien, no debemos olvidarnos de las uñas de los pies, pues siempre deben estar impecables; por tanto, conviene seguir ciertas recomendaciones para su cuidado:

•Usar calzado cómodo y no usar todos los días el mismo par, pues de esta manera se permite la ventilación

•Secar perfectamente los pies después de la ducha.

•Cortar las uñas con tijeras, cortaúñas o alicates en sentido horizontal, redondeando ligeramente los extremos.

•Aplicar removedor de cutícula y, posteriormente, empujar el tejido hacia atrás; sin cortarlo.

•Dar masaje a los pies para estimular la circulación sanguínea, lo cual puede efectuarse con crema humectante.

•Nunca tratar de cortar uñas enterradas, pues esta labor recae en el podiatra o podólogo.

Cabe destacar que las uñas de bebés y niños requieren manejo especial, ya que estas estructuras en ellos son muy suaves y flexibles. Primero, es necesario lavarles las manos con frecuencia para evitar acumulación de gérmenes y mugre; en cuanto al corte, éste debe efectuarse con sumo cuidado cuando estén durmiendo, utilizando para ello tijeras pequeñas de punta redondeada para prevenir lesiones

Cuando ya hay problemas

Hay ocasiones en que es irremediable la presencia de los problemas y trastornos antes descritos, pero no es el fin del mundo, ya que existen diversas soluciones.

Si las uñas presentan estrías, cabe mencionar que no pueden eliminarse, pero sí disimularse mediante limado suave para alisar su superficie; posteriormente, se sugiere aplicar esmalte a base de ceramidas, calcio y vitaminas.

En caso que una uña haya sufrido alguna lesión conviene, inmediatamente después del golpe, sumergir el dedo en una infusión caliente pero soportable de manzanilla, moviéndolo ligeramente; otra opción consiste en mantener el dedo en agua tibia con abundante sal.

Cuando hay infecciones por hongos puede recurrirse a antimicóticos que pueden aplicarse directamente en las zonas afectadas, pero si se sospecha de daño por bacterias, lo más conveniente es acudir al dermatólogo para que recomiende el tratamiento a seguir.

En los casos de onicofagia se requiere comprender cuál es el factor que desencadena la tensión emocional y atenderlo adecuadamente a través de terapias de relajación. También existen productos específicos de aplicación local que poseen desagradable sabor, normalmente muy amargo, que producen rápido efecto de rechazo al acercar los dedos a la boca.

En cuanto al desprendimiento de la base de la uña (onicolosis), lo más aconsejable es recurrir a un dermatólogo, quien podrá solucionar el problema con toda eficacia. Pero si sólo se trata de descamación o levantamiento en capas es necesario, primero, cortar las uñas en forma curva y dejarlas sin limar para evitar nuevas alteraciones; además, conviene no pintarlas al menos durante 15 días, amén de sumergirlas cada noche durante cinco minutos en un tazón con aceite de oliva o de almendras templado y secarlas después suavemente con una toalla. A fin de reducir la deshidratación, se recomienda aplicar cada mañana crema nutritiva en la cutícula.

Para las uñas quebradizas lo mejor es utilizar un producto a base de minerales, así como esmalte enriquecido con sustancias humectantes; si el problema persiste a pesar de seguir estas medidas, debe consultarse al dermatólogo, ya que puede ser consecuencia de alguna enfermedad.

Si se desea evitar la aparición de padrastros o uñeros se recomienda ser cuidadoso al manejar objetos que pudieran lesionar la punta de los dedos, seguir higiene adecuada en las manos y, ante todo, no comerse las uñas, ya que el daño puede causar una herida que dure meses. Se sugiere igualmente protegerse de la exposición a detergentes y químicos, usando guantes de caucho o plástico, preferiblemente forrados con algodón.

No es tan difícil mantener las uñas de manos y pies en buen estado, sólo es cuestión de dedicarles un poco de tiempo para que puedan lucir en todo su esplendor.

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