1/11/10

Mal de Parkinson

¿Qué es?

El mal de Parkinson ataca al sistema nervioso central y causa problemas con los movimientos del cuerpo, incluidos temblor (debilidad), rigidez (tensión muscular), movimientos musculares lentos, posturas inestables y dificultad para caminar. Esto sucede cuando las células nerviosas (neuronas) en una parte del cerebro llamada sustancia negra mueren gradualmente.


Estas células normalmente producen un químico llamado dopamina que ayuda a transmitir mensajes entre las áreas del cerebro que controlan los movimientos corporales. La muerte de las células en esta área del cerebro conduce a la disminución de los niveles de dopamina, lo que hace que una persona con el mal de Parkinson tenga dificultad para controlar la tensión muscular y el movimiento muscular, tanto al estar en reposo como durante los periodos de actividad.

El mal de Parkinson afecta aproximadamente a 500.000 personas en Estados Unidos, con alrededor de 50.000 nuevos casos cada año. Generalmente ocurre durante la mediana edad, típicamente alrededor de los 60 años. No obstante, aproximadamente en el 50% de los pacientes la enfermedad aparece antes, en estos casos los síntomas se manifiestan cuando el paciente es menor de 40 años. En el mundo, el mal de Parkinson afecta aproximadamente 1 de 2 de cada 1.000 pacientes. Afecta a europeos o norteamericanos más a menudo que a asiáticos o africanos y es más frecuente en hombres que en mujeres.

Hasta la actualidad, los científicos no han determinado porqué algunas personas desarrollan el mal de Parkinson y otras no. La genética es compleja y la influencia de los antecedentes familiares depende de la edad en la que se manifestó la enfermedad. Una persona con un padre o hijo a quien le diagnosticaron con la enfermedad a una edad temprana tiene un riesgo mayor de contraer el mal de Parkinson, pero no tiene riesgo si el miembro de la familia afectada tenía 60 años o más al momento del diagnóstico.

Síntomas

El mal de Parkinson generalmente se manifiesta con un leve temblor o tensión en el brazo o pierna de un lado del cuerpo. El temblor es más evidente al estar en reposo y es regular, típicamente ocurre tres a seis veces por segundo. El temblor del mal de Parkinson usualmente empeora con el estrés, mejora cuando el brazo o pierna se mueve por propia voluntad y podría desaparecer al dormir.

Durantes las primeras etapas, el mal de Parkinson podría manifestarse solo con un temblor que afecta los dedos pulgar e índice. Este temblor, a veces se denomina temblor de “contar monedas” porque se asemeja al temblor propio de cuando una persona manipula objetos pequeños como una moneda.

A medida que la enfermedad empeora, el temblor podría diseminarse más y finalmente afectar las extremidades de ambos lados del cuerpo. La persona podría comenzar a escribir con letra pequeña, temblorosa y eventualmente ilegible. Además del temblor clásico, el mal de Parkinson a menudo causa tensión o rigidez en los músculos de los brazos y piernas y una disminución del ritmo de los movimientos corporales, llamado bradicinesia.

La rigidez y la bradicinesia pueden ser los aspectos de la enfermedad que más invalidez causan. Pueden producir discapacidad para caminar y realizar actividades tales como asearse, vestirse o usar utensilios para comer. Los problemas con la pérdida equilibrio y la postura podrían hacer que al paciente con el mal de Parkinson le resulte difícil sentarse en una silla o que se levante de la silla.

El paciente comienza a caminar encorvado, arrastrando los pies y dando pequeños pasos, usualmente sin los movimientos normales de los brazos. La bradicinesia puede afectar los músculos faciales, que disminuye las expresiones faciales espontáneas y el pestañeo normal de los ojos.
Otros síntomas del mal de Parkinson podrían incluir:
  • depresión
  • ansiedad
  • alteración del sueño
  • problemas de memoria
  • voz mal articulada o anormalmente suave
  • dificultad para masticar o tragar
  • estreñimiento
  • pérdida del control de la vejiga
  • mala regulación de la temperatura corporal
  • disfunción sexual
  • calambres, entumecimiento, cosquilleo o dolor en los músculos

Diagnóstico

Su médico lo examinará y prestará especial atención al examen neurológico. Buscará los síntomas del mal de Parkinson, especialmente el clásico temblor del mal de Parkinson, movimientos lentos, rigidez y problemas en la marcha.

No existe procedimiento para el diagnóstico o análisis de laboratorio específicos para establecer el diagnóstico del mal de Parkinson. Por esta razón, los médicos diagnostican el mal de Parkinson en base a los síntomas y resultados de los exámenes físicos y neurológicos. Si los síntomas de un paciente mejoran después de que el paciente es medicado para el mal de Parkinson, el diagnóstico es probablemente acertado.

Duración

El mal de Parkinson es una condición prolongada (crónica) y a menudo progresiva. En la mayoría de los pacientes, 70 al 80% de las células cerebrales en la sustancia negra ya están perdidas al momento que aparecen los primeros síntomas.

Prevención

Dado que los médicos desconocen exactamente la causa del mal de Parkinson, no existe manera de prevenirlo.

Tratamiento

Medicación: aunque no existe cura para el mal de Parkinson, sus síntomas pueden tratarse con diferentes tipos de medicación. La primera decisión importante que enfrenta el paciente y sus médicos es cuándo comenzar el tratamiento. Cuando los síntomas no son extremadamente problemáticos, la medicación podría no ser necesaria, particularmente porque  hay signos de que el tratamiento temprano puede incrementar la probabilidad de desarrollar efectos secundarios y otras complicaciones más tarde.

El tratamiento generalmente comienza cuando los síntomas interfieren con el trabajo o el manejo de las tareas del hogar y otras actividades, o cuando comienza a haber problemas para caminar y con el equilibrio.
La medicación usada para tratar el mal de Parkinson eleva los niveles de dopamina en el cerebro o imita los efectos de la dopamina. La medicina más comúnmente usada para el tratamiento del mal de Parkinson es la levodopa (Dopar, Larodopa), un medicamento que se convierte en dopamina en el cerebro. La levadopa usualmente se receta junto con la carbidopa (Sinemet) para aumentar la cantidad de medicamento activo que llega al cerebro, al tiempo que ayuda a limitar los efectos secundarios.

Casi todos los pacientes con el mal de Parkinson mejoran después de que comienzan a tomar la levodopa. No obstante, el uso prolongado de la levodopa causa efectos secundarios eventuales y complicaciones en el 75% de los pacientes. Los médicos comúnmente necesitan ajustar la dosis de levodopa y los intervalos de tiempo entre las dosis para que la persona pueda continuar tomando el medicamento.

Existen varios medicamentos alternativos que pueden usarse solos o en combinación con la levodopa para tratar el mal de Parkinson. Para los síntomas leves al comienzo del mal de Parkinson, podrían ser útiles la amantadina (Symmetrel) o los medicamentos anticolinérgicos, como el trihexifenidilo (Artane, Trihexane, Trihexy) o el benztropin (Cogentin). La amantadina estimula la liberación de la dopamina almacenada dentro del cerebro, pero podría funcionar solo por un corto tiempo en algunos pacientes. Los medicamentos anticolinérgicos son particularmente efectivos contra el temblor, pero pueden causar efectos secundarios como confusión y alucinaciones, especialmente en los ancianos.

En personas con mal de Parkinson leve, la selegilina (Carbex, Eldepryl) podría ser beneficiosa cuando se toma junto con la levodopa.
Los medicamentos llamados agonistas de dopamina, como la bromocriptina (Parlodel), el pramipexol (Mirapex) y el ropinirol (Requip) podrían usarse solos, para retrasar la necesidad de tomar la levodopa, o podrían tomarse junto con la levodopa para aumentar su efectividad o reducir la cantidad de levodopa. Los agonistas de la dopamina actúan imitando los efectos de la dopamina.

La mayoría de los pacientes que comienzan solo con un antagonista de la dopamina necesitan agregar levodopa los años siguientes. Para minimizar los efectos secundarios, primero su usan dosis muy bajas y se va incrementando gradualmente. Los pacientes más grandes pueden ser especialmente sensibles a estos medicamentos, que pueden causar síntomas de confusión, alucinaciones y sensación de debilidad debido a la baja presión arterial.

Los medicamentos llamados inhibidores de la COMT (por sus siglas en inglés) (inhibidores de la catecol-O-metiltransferasa) también pueden usarse junto con la levodopa. Los inhibidores de la COMT, como COMT inhibidores, como la entacapona (Comtan) y la tolcapona (Tasmar), bloquean la enzima que descompone la dopamina y la levadopa, que prolonga la acción de la dopamina en el cerebro y aumenta la efectividad de la levodopa. Cuando se agrega un inhibidor de la COMT, el médico usualmente disminuye la dosis de la levodopa.

La depresión es un problema bastante común en personas con el mal de Parkinson y muchos pacientes pueden beneficiarse con el tratamiento con medicamentos antidepresivos. Los síntomas de depresión incluyen no solo un estado depresivo o llanto, sino también disminución del apetito, alteración del sueño (especialmente despertarse temprano en la mañana), disminución del interés en las actividades placenteras, disminución del nivel de energía y pensamientos de falta de valor, culpa o suicidio.

Además del tratamiento con medicamentos, algunos pacientes con el mal de Parkinson notan que el ejercicio regular y una dieta equilibrada ayuda a mejorar su sensación general de bienestar y de control corporal.

Cirugía: se recurre a la cirugía cuando los pacientes dejan de responder lo suficientemente bien a los medicamentos. Las opciones quirúrgicas incluyen estimulación cerebral profunda con electrodos colocados después de realizar un mapeo cerebral, destrucción precisa de las áreas focalizadas en el cerebro como responsables de la mayoría de los síntomas que causan problemas. Un procedimiento muy controvertido que parece ser muy prometedor es el transplante de tejido cerebral del feto. Las células pueden hacer que la dopamina se trasplante de un feto no viable o de un tejido cerebral creado genéticamente y que creció en un medio de cultivo.

Cuándo llamar a un profesional

Llame a su médico si desarrolla cualquier síntoma del mal de Parkinson, especialmente si observa un temblor o tensión persistentes en cualquier lugar del cuerpo, o si tiene problemas para caminar o levantarse de una silla. Debería también llamar a su médico si presenta cualquiera de los síntomas de depresión.

Pronóstico

Aunque no existe cura para el mal de Parkinson, un plan de tratamiento bien diseñado le permite a muchos pacientes tener una vida activa.


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