El órgano del equilibrio es el aparato vestibular y se encuentra en el oido interno junto con el órgano auditivo o caracol.
Cuando la función de ambos laberintos (derecho e izq.) es distinta o sea uno predomina sobre el otro, aparece el Vértigo.
El vértigo es la respuesta del organismo para compensar desequilibrios de la posición corporal que no existen en la realidad.
Cuando un vestíbulo - también llamado laberinto -, no le brinda información adecuada al sistema nervioso, éste intenta corregir con cambios posturales supuestas posiciones del cuerpo que el primero le informa.
En otras palabras, un vestíbulo que no funciona bien le dice al sistema nervioso (cerebelo y cerebro) que la posición del cuerpo está de una determinada manera que sería necesario corregir (para por ejemplo evitar una caída). Pero sucede que en realidad dicha información es falsa, ya que el cuerpo no está en dicha posición. Pero como el sistema nervioso no sabe eso, actúa corrigiendo la supuesta mala posición corporal.
El resultado es que una persona que estaba en buena posición sufre un movimiento indeseado, producto de una corrección postural que el sistema nervioso realiza.
Es un típico caso de mala información y toma de decisiones equivocada en consecuencia.
No es fácil explicar lo que es un vértigo. En el consultorio la explicación anterior es la que goza de más preferencias entre los pacientes.
El sindrome laberíntico o vestibular se compone de
nistagmus: movimientos involuntarios de los ojos compuestos de una fase lenta dirigida hacia la lesión y de una fase rápida que se dirige al lado contrario al laberinto lesionado.
vértigo: sensación que tiene el paciente que su cuerpo se mueve en forma rotatoria o bien que todo lo que lo rodea se mueve en forma rotatoria. Esto lo induce a adoptar posturas correctivas para evitar caerse. El sentido de giro coincide con la fase rápida del nistagmus.
Un sindrome laberintico puede ser producido por lesiones infecciosas, vasculares, tóxicas o traumáticas.
Es importante diferenciar mareo de vértigo.
El vértigo es una sensación rotatoria del cuerpo en el espacio o del espacio relativo al cuerpo.
En cambio el mareo es una sensación distinta, que el paciente refiere como que el piso se mueve pero no rotatoriamente o bien siente 'inestabilidad' al caminar o estar caminando sobre algodones. También constituye mareo la sensación de visión borrosa fugaz, que a veces culmina con desvanecimiento del paciente.
Al estar funcionando mal el laberinto, cuando el paciente camina suele tener tendencia a caerse para un lado en particular o a cualquier lado en general.
Cuando el vértigo es intenso, se acompaña de náuseas, vómitos, sudoración, palidez.
Al no tener una correcta información el sistema nervioso, cuando el paciente permanece parado a pies juntillas y ojos cerrados, tenderá a caerse hacia un lado. (Prueba de Romberg)
Si lo hacemos marchar en un sitio sin desplazarse y con los ojos cerrados (marcha de Urtenberger) por espacio de 60 segundos, comenzará a girar sin darse cuenta, en cada paso.
Según Nylen los nistagmus son de tres clases:
tipo I: cuando son de dirección cambiante, es decir que la fase rápida ante los cambios posturales tiene dirección cambiante ya sea hacia la derecha o hacia la izquierda.
tipo II: es de dirección estable. A diferencia del anterior, ante los cambios posturales no cambia de dirección.
tipo III: de dirección irregular, adopta distinta dirección cada vez que adopta una misma posición.
Los tipos I y III suelen ser de origen central (neurologicos: hemorragias, traumatismos, tumores), en cambio el tipo II es de afección caasi excluyentemente laberíntica.
Finalmente, es importante determinar si un sindrome vertiginoso es armónico o no. Se dice que es armónico cuando los elementos que lo constituyen son armónicos entre sí: el nistagmus tiene su fase rápida hacia el mismo lado que el vértigo, y opuesto a la tendencia a la caida corporal y también que los movimientos de los miembros para corregirla. Los armónicos son de causa periferica y no central.
También es importante averiguar si hay componente auditivo asociado o no (hipoacusia que apareció concomitantemente con el vértigo, acúfenos), ya que esto denuncia una afección de tipo periferica o sea laberintica.
Hay muchas causas, pero estadísticamente se destacan las siguientes:
1. Vértigo paroxístico por contractura cervico nucal
2. Enfermedad de Meniére
3. Laberintitis
4. Traumatismos craneales
5. Tumores de angulo pontocerebeloso
Sin embargo hay una lista de otras causas: tumores de oido medio con invasion de oido interno, neuritis del VIII par, alteraciones vasculares, toxicidad por plomo y monoxido de carbono.
ENFERMEDAD DE MENIERE
Se trata de un sindrome cocleovestibular ya que afecta a la audicion y al equilibrio. Es causado por una hidropesia (aumento de la cantidad de endolinfa en el oido interno) endolinfatica de causa desconocida.
Afecta a cualquier persona, sin antecedentes patológicos. Sin embargo hay una fuerte coincidencia de hallar sintomas de stress y sobreexigencia en los pacientes. También los antecedentes alérgicos alimenticios suelen ser vistos.
Al aumentar la endolinfa se produce una dilatacion del laberinto membranoso, lo que puede llevar a la ruptura de la membrana de Reissner en el oido interno.
La enfermedad se caracteriza por :
1. acufenos: agudos y fluctuantes en intensidad y permanencia en el tiempo. En general un aumento de intensidad preanuncia una crisis de vértigo. En dichos casos se asocia con aumento de la hipoacusia.
2. Hipoacusia perceptiva: también es al igual que el acúfeno fluctuante, pero con cada crisis aumenta su intensidad, llevando progresivamente al paciente a una sordera importante. LA hipoacusia es mayor para los tonos graves o bien es pareja para todos los tonos. Si bien luego de la crisis vertiginosa mejora, nunca desaparece totalmente cuando la enfermedad se ha instalado.
3. Vértigo, de gran intensidad y que invalida al paciente mientras se desarrolla.
La presencia de los tres permite hacer un diagnostico, particularmente si no hay otros elementos ni antecedentes (traumatismos, otitis, hemorragias, etc.)
Ante toda hipoacusia unilateral con vértigo, siempre debe descartarse un tumor de nervio auditivo antes de rotular al paciente de tener una enfermedad de Meniere.
El diagnóstico será no solo del Meniere sino también de la modalidad evolutiva, ya que no todos los pacientes tienen una progresión idéntica, siendo en algunos más benévola que en otros.
El tratamiento clásico: reposo durante las crisis acostado sobre el lado afectado (el contrario al sentido de la rotacion del vertigo), sedantes laberinticos, diuréticos, dieta seca, vasodilatadores centrales.
No debe descuidarse la probabilidad de una asociación con contractura cervical por el solo hecho de que existe un Meniere. A veces la recidiva del vértigo depende de éste último y no de una crisis de Meniere.
En casos extremos se debe recurrir a la reseccion quirurgica del nervio vestibular o bien su anulacion mediante drogas ototóxicas que a su vez también dañan la función auditiva.
No hay comentarios:
Publicar un comentario