Curiosidades y truquillos de las dietas para adelgazar

Existen ciertas personas que únicamente se alimentan con ensaladas de muy  bajas calorías y a pesar de eso no pierden ni medio milímetro de cintura. Su secreto reside en que las lechugas, a pesar de sus pocas calorías (18 calorías por cada 100 gramos) cuentan con un componente llamado látex en el tronco y esta contienen una sustancia sedante, con lo que tu organismo se volvera algo más lento y provocara gases y retención de fluidos.

Por estas razones te recomiendo que  combines las lechugas con otras verduras que sean más diuréticas, como por ejemplo la zanahoria, la cebolla, las espinacas, los pepinos o el apio.

No comas aire

Si come muy rápido tu cuerpo te pasará factura. Uno de esas consecuencias más normales de comer rápidamente es la aerofagia, o sea, esos gases que son provocados por la ingesta de mucho aire en las comidas. Ten presente que el aire no te alimenta pero te ocupa mucho espacio en el estomago y dificultara tu digestión.

Es preferible que mastiques mucho tus alimentos, para así digerir bien la comida y tragar la menor cantidad de aire posible y así dejar de hacer su trabajo a tu sistema digestivo.

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Otro secreto de nuestro organismo que es el descanso, este es una parte muy importante de nuestra vida sana. Debes respetar las horas de sueño, no sólo tendrás problemas para mantenerte despierto y funcional durante el día sino que además aumentaras más kilos con mayor facilidad. Las personas que duermen menos de los aconsejable (entre 6 y 8 horas) suelen tener ataques compulsivos de hambre y comen alimentos más grasos, además de no sentirse satisfecho después de las comidas normales. Intenta dormir mejor, descansa cada noche.

Entonces será más fácil perder peso, en especial de la zona abdominal, la que más sufre por la tensión nerviosa.