14/5/12

Hipertensión arterial y ejercicio

Hipertensión arterial y ejercicio
El papel del ejercicio en la Hipertensión

Existe debate sobre el hecho de que la prescripción de ejercicio sea tan importante como la intervención farmacológica para muchas condiciones medicas. Así, mientras que los estudiantes dedican años en el aprendizaje de cómo prescribir medicamentos, raramente son instruidos sobre el valor de la prescripción del ejercicio y cómo prescribirlo para varias condiciones médicas.


Relación ejercicio-hipertensión.           

Estudios epidemiológicos sugieren que la relación entre comportamiento sedentario e hipertensión son tan fuertes que la Fundación Nacional del Corazón, La Organización Mundial de la Salud y la Sociedad Internacional de Hipertensión, El Comité Nacional de Detección, Evaluación y Tratamiento de la Hipertensión Arterial de los Estados Unidos (JNC) y el Colegio Americano de Medicina Deportiva han recomendado el incremento de la actividad física como la primera línea de intervención para prevenir y tratar a pacientes con prehipertensión arterial (presión arterial sistólica 120–139 mmHg y/o presión arterial diastólica 80–89 mmHg).

Las guías también recomiendan el ejercicio como estrategia terapéutica para pacientes con grado uno (140–159/80–90 mmHg), o grado 2 (160–179/100–109 mmHg) de hipertensión (Tabla 1). La actividad física es particularmente recomendada debido a sus efectos favorables en otros factores de riesgo para enfermedades cardiovasculares. Es una intervención de bajo costo con pocos efectos secundarios si se realiza acorde con las guías de recomendación.

¿Qué tanto puede disminuir la presión arterial el ejercicio? 

Durante la revisión 2004 que hizo el Colegio Americano de Medicina del Deporte se analizó la literatura basada en evidencia sobre la relación TA-ejercicio sugiriendo importantes conclusiones a considerar por el médico:

1. La actividad física como estilo de vida puede reducir el riesgo de desarrollar hipertensión arterial. Individuos inactivos tienen 30-50% mayor riesgo que sus contrapartes que realizan actividad física para desarrollar hipertensión arterial como por ejemplo la edad.

2. Existen dos tipos de efectos significativos por el ejercicio: efectos agudos y efectos crónicos.
- Efectos agudos: Reducción de 5-7 mmHg en la presión arterial inmediatamente después de una sesión de ejercicio.

- Efectos crónicos: El promedio de reducción de la presión arterial con ejercicio regular para pacientes con hipertensión arterial no normalizados con terapia medicamentosa en revisiones de la literatura es de 7.4/5.8 mmHg.
3. El ejercicio de resistencia fue favorable en el efecto crónico para la disminución de la presión arterial, pero la magnitud de las reducciones fue menor que la reportada al realizar programas de ejercicio aeróbico.


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• Estas disminuciones en la presión arterial pueden no verse muy grandes, pero el Colegio Americano de Medicina Deportiva puntualizó que 2 mmHg en la reducción de la presión arterial sistólica y diastólica reduce el riesgo de enfermedad vascular cerebral aguda en un 14 y 17%, y el riesgo de enfermedad coronaria de un 6 a 9%. Las guías médicas de la Fundación del Corazón para el manejo de la hipertensión arterial establecen que menos del 50% de los pacientes tratados para hipertensión arterial pueden lograr una respuesta óptima con un solo medicamento antihipertensivo y que en la mayoría de los casos, 2 o 3 agentes de diferentes clases terapéuticas son requeridos.

¿Por qué el ejercicio tiene efecto reductor de la presión arterial? 
El cómo la actividad física afecta positivamente la presión arterial se desconoce. Una teoría es que la actividad física mejora la función endotelial. El endotelio de las paredes de los vasos sanguíneos mantiene el tono vasomotor normal, favorece el fluido sanguíneo y regula el crecimiento vascular. Anormalidades en estas funciones contribuyen al proceso de muchas enfermedades incluyendo angina, infarto de miocardio, vasoespasmo coronario e hipertensión arterial.

Otra teoría propone que el ejercicio (una fuerza que actúa paralela a los vasos sanguíneos) estimulando la producción de óxido nítrico (ON) por el endotelio. En vasos sanguíneos sanos el óxido nítrico favorece le relajación del músculo liso y mantiene los vasos sanguíneos en un estado de relajación normal. Pequeños cambios en el diámetro de los vasos sanguíneos impacta profundamente en la resistencia vascular.

También existen cambios en la estructura vascular como el incremento en la longitud y diámetro de las arterias y venas existentes en adición al crecimiento o formación de nuevos vasos. Sujetos con entrenamiento físico regular, por ejemplo, tienen un mayor diámetro intraluminal de las arterias comparado con sujetos sin entrenamiento.

Fuente: www.todoenhipertension.org

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